La familia es el núcleo de la sociedad y el lugar donde se pone en práctica los valores, el sentido de la vida, las formas y expresiones culturales, los rituales sociales, laborales, relacionales, etc. Por eso es tan lindo haber nacido en el seno de una familia colombiana, disfrutar y hacer parte de sus tradiciones.
Cada momento especial, cada evento importante los cumpleaños, los grados, el Día de la Madre, el Día del Padre, los bautizos, las primeras comuniones y las fiestas religiosas (Día de las Velitas, Navidad, fin de año, etc.), son motivo de celebración y de encuentro familiar. Primero hay que ponerse de acuerdo con el sitio de reunión; la casa de los abuelos, la casa de los tíos, nuestra casa, en fin, nos vamos turnando el sitio dependiendo del motivo.
Así, poco a poco van llegando cada uno de los diferentes núcleos familiares, saludo va saludo viene, todos hablamos al mismo tiempo, bromas, abrazos, besos y a veces también algunas discusiones. Para los miembros mayores de la familia, la unión familiar les llena de satisfacción y en cada encuentro ellos repiten la misma frase: “el día que nosotros faltemos por favor sigan reuniéndose, porque la familia es lo más importante”.
Aunque cada familia es diferente y nuestras celebraciones tienen ciertas variaciones dependiendo de la idiosincrasia y la región de origen, todas compartimos tres actividades: primera, comer en abundancia; normalmente las mujeres cocinamos guiadas por la madre y/o abuela, porque además de cocinar delicioso, alimentar es su mejor forma de demostrar el amor a su familia. Los alimentos no alcanzan a salir de la cocina en una bandeja, pues constantemente entran los hijos, primos, nietos a “robar” una tostada de plátano, una empanada, un chicharrón, etc., y aunque las mujeres regañamos, también disfrutamos de este peregrinaje en la cocina.
Segundo, bailar; la música es indispensable en nuestras reuniones, bailamos en familia entre padres – madres e hijo(a)s, sobrino(a)s, primo(a)s, esposos, yernos, nueras y algún amigo o amiga, que la mayoría de veces es invitado. Cada generación elige la música que más les gusta, saltan los recuerdos de los momentos y etapas de la vida de cada uno y… a sacar pareja.
Tercero, rezar; para dar gracias por nuestra unión familiar y por los logros de los diferentes miembros de la familia. La abuela reclama que ella le pidió a la virgen o al señor de los milagros para que se hiciera realidad el motivo de la celebración, de tal forma que como mínimo hay que rezar un padre nuestro y/o un ave maría. Así pues, las familias colombianas cumplimos con nuestra hermosa función de transmisión y promoción de valores, costumbres, normas y rituales que, con el paso de los años, son adoptados por las nuevas generaciones.
Cuéntanos cómo son las celebraciones de tu familia, comparte tus anécdotas familiares con todos los colombianos.