Blog

Alimentación Funcional Dulcemente y con Rigor

Dulce-Mente y con Rigor

Más Biotecnología y menos ultraprocesados

Por: Pilar Serrano Galvis. Nutricionista-Dietista. Dirección Técnica.  Functional Corp. – Corporación para la Alimentación Funcional.

Para que el alimento cumpla, ante todo, su función biológica.

Este año se formaliza la cátedra Dulce-Mente y con Rigor y este artículo es la primera entrega de 6 módulos que estarán disponibles en formato texto y audiovisual para el público, que además de consumir alimentos dulces con o sin calorías, consume contenido digital de alta calidad, libre de conflicto de intereses, ético y basado en principios de bienestar científicamente comprobados.

Alimentación Funcional® es una marca registrada que representa un diálogo de saberes. Hace 10 años entendimos que, detrás de la nutrición como necesidad básica a satisfacer, aparecen frustraciones como el sobrepeso y la resistencia a la insulina y en consecuencia, diabetes. Hoy la epidemia de obesidad y las enfermedades asociadas están presentes al menos en el 50% de los hogares en Colombia.

En la medida que intentamos entender los factores dietarios-culturales y ambientales que más contribuyen al hecho de que la obesidad vaya en aumento como en otros países de la región y el mundo, es preciso partir de datos reales para nuestro país que describen los patrones de selección de alimentos según tres aspectos: cantidad de personas que muestran el mismo patrón de opciones alimentarias, el número de porciones diarias y semanales y la cantidad es decir el tamaño de la porción (ANDI – ABACO, 2019).

En la última encuesta de consumo realizada en población colombiana, el azúcar ocupa el cuarto y quinto lugar entre los alimentos de mayor consumo diario en grupos de población menor de 12 años. Entre el 80% y 90% de la población menor de 18 años consume energía procedente de azúcar, panela o miel; le siguen las golosinas (5 o 6 veces por semana) y las bebidas con azúcar adicionada. A medida que aumenta la edad, la frecuencia semanal de éstos alimentos energéticos, va disminuyendo; sin embargo, los tres primeros alimentos en frecuencia de consumo, que anteceden al azúcar también son alimentos energéticos: arroz, pasta y el grupo de tubérculos (papa, yuca, ñame, etc..) (ANDI – ABACO, 2019).

Desde el punto de vista de los factores ambientales, para este mismo grupo de población, se observó que el tiempo dedicado a las pantallas como principal actividad de ocio que no implica gasto de energía en términos de movimiento, supera el tiempo dedicado a la actividad física (ANDI – ABACO, 2019).

Pero… y la culpa es de…?

Es frecuente encontrar información que señala a la industria, el sistema de salud, las campañas publicitarias que manipulan al consumidor, el sabor dulce en todas sus presentaciones, y una lista interminable de “culpables”. Lo que es real, es el sentimiento de frustración generalizado entre profesionales expertos en el tema y quienes han comprado la idea de que existen fórmulas mágicas para lograr el peso ideal.

Alimentarse Funcionalmente pone al individuo en primera persona, con la claridad de que hay mucho que aprender, no de alguien, de nosotros mismos; cómo funciona nuestro cuerpo, cómo gestionamos las emociones, cuál es la forma de ejercicio que mejor nos ayuda a gastar las calorías para no dejar que se nos queden guardadas; es decir, cómo hacer que la energía que obtenemos de los alimentos, se transforme, para no acumularla en forma de grasa corporal que hoy en la vida moderna sólo nos serviría para amortiguar golpes y protegernos del frío en muy pocas situaciones cotidianas.

Por otra parte, respecto a la forma de promover y fomentar las estrategias y acciones orientadas a mejorar el bienestar y el consumo de alimentos, partimos de lo propuesto desde 1992 en la Conferencia Internacional sobre Nutrición organizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación – FAO, y la Organización Mundial de la Salud – OMS; desde entonces, se planteó que sobre la base de las recomendaciones de energía y nutrientes, se asesore el público en orientaciones dietéticas apropiadas para cada país identificando los problemas de salud pública relacionados con los hábitos locales. Además se estableció también, dar un enfoque sostenible, que fomente la diversificación alimentaria teniendo en cuenta siempre los alimentos tradicionales adecuados (FAO / OMS, Serie de informes técnicos, 1998).

Dulce-Mente y con Rigor es todo lo contrario a confundir y generar miedo; no sólo porque está demostrado que no es ético intentar promover cambios en la salud pública con base en el miedo, el arrepentimiento y el malestar (Chapman, 2018), sino por la dificultad y el desafío que representa para las personas cambiar su comportamiento y su estilo de vida, recurriendo al sacrificio, la incomodidad física y demandando además perseverancia (Chapman, 2018), es decir, expectativas a mediano y largo plazo.

Llegar a tener problemas de salud, es una experiencia profundamente negativa, difícil de percibir para quienes no lo padecen, es decir, para muchos terapeutas e influenciadores; dolor, inmovilidad, depresión, aislamiento y problemas económicos, pueden ser factores fuertemente asociados a la aparición de una enfermedad y debemos esforzarnos en todo lo que ayude a que, como consumidores, cada uno reconozca las muchas situaciones alimentarias que contribuyeron a la pérdida de su bienestar.

El sabor dulce, asociado a tantas emociones, a diversos tipos de alimentos, a la producción de energía y a la cantidad de insulina que se produce en el páncreas, es uno de esos “problemas alimentarios” que se ha querido reducir comparativamente, a una adicción o una voracidad desmedida inducida por ingredientes y aditivos alimentarios. Pero nuestra visión desde Alimentación Funcional®, es que es quizás una oferta alimentaria INSULINO DEPENDIENTE; en otras palabras, en Colombia la canasta básica de alimentos ha llevado a buena parte de la población a la necesidad biológica de producir cantidades excesivas y tóxicas de insulina, muy por encima de las que nuestro estilo de vida, cada vez más sedentario, permite que nuestro cuerpo elimine de manera saludable.

Este es el contexto técnico-científico y comportamental que fundamenta la cátedra de éste año, dirigida a los consumidores colombianos para acompañarlos desde el Ingenio del Cauca, uno de los grande productores de energía alimentaria para consumo interno y de exportación, a transformar la vida con energía, creando un entorno de confianza, lealtad, inclusión, respeto y transparencia.

NOTA. Los artículos científicos referidos a lo largo de esta campaña son de libre distribución. Para obtener cualquiera de ellos puede solicitarlo escribiendo a
info@alimentacionfuncional.net

Si desea mayor información no dude en contactarnos.

Material audiovisual Primer Módulo Dulce-Mente y con Rigor: https://www.youtube.com/watch?v=nZUqdpJ6tNI

Bibliografía
FAO / OMS, Serie de informes técnicos. (1998). Preparación y uso de directrices nutricionales basadas en los alimentos. Ginebra: Organización Mundial de la Salud.

ANDI – ABACO. (2019). Alimentando sueños Línea base de la situación alimentaria y nutricional de la niñez en Colombia, 2019. Lectura situacional para la toma de decisiones basada en evidencia. Bogotá DC: Asociación Banco de Alimentos de Colombia.

Chapman, S. (2018). Is It Unethical to Use Fear in Public Health Campaigns? AJPH Editorials.

Más Artículos